La parrilla cóncava profunda carece del cromado normal en su parte de abajo, por lo que parece flotar. La zona que envuelve el habitáculo es limpia y la trasera tiene sus esquinas recortadas. Justo aquí, explica Marco Tencone, está una de las diferencias más claras entre el diseño italiano y el alemán.
“La idea para la trasera es no tener mucho metal por detrás de la rueda. Se trata de una especie de truco. La forma de jugar con los volúmenes [de las formas] se parece a lo que siente el corazón de los italianos con los coches. En la escuela italiana, la idea siempre ha sido jugar con [formas] para hacer el aspecto de los coches más ligero de lo que realmente es”.
Luego explicó que a los diseñadores alemanes no les importa necesariamente si la apariencia del coche es fuerte, pesada. Sin embargo, para los italianos “la ligereza y las sensaciones del diseño son muy importantes, y esa es la razón por la cual equilibramos lo redondo y lo cuadrado. Todo va encaminado a no dar la sensación de un coche enorme. Se ven un montón de diseños italianos atléticos, pero no muchos musculosos”.