


TRAYECTORIA
Competir para vencer. Nuestra historia está formada por victorias épicas, récords pulverizados y conductores sin miedo. Como Gigi Villoresi quien, en 1940, consiguió para Maserati su cuarta victoria en la Targa Florio conduciendo el Tipo 4CL. O las 8 conquistas de CTF de Indianapolis y las victorias en el Campeonato FIA GT con el extraordinario MC12. Pero existe un coche y una marca que sin duda dejaron una marca indeleble: el 250F y Juan Manuel Fangio.



EL 250F
Con su larga nariz y su cola baja, el 250F se considera uno de los monoplazas más bellos nunca construidos. Preparado a finales de 1953, debutó con una victoria en el Gran Premio de Argentina en 1954: lo conducía Juan Manuel Fangio.



DÍAS DE GLORIA
Existe un momento en la historia en que lo imposible se hace posible. A mitad del Gran Premio de Nürburgring en Alemania, Fangio sufrió una desastrosa parada en boxes y perdió 48 segundos. Lo que sucedió a continuación supone un capítulo único en la historia de las carreras: el as argentino condujo su 250F hasta la victoria gracias a nueve vueltas de récord seguidas. Gracias a su heroica acción, Fangio y el 250F consiguieron no solo el título de F1 de 1957 sino también un lugar legendario en el corazón de los amantes del automovilismo.