Diseñado para estimular los sentidos con cada detalle, el MC20 Cielo ofrece una experiencia sin igual. Con unas prestaciones sin concesiones, es hora de aprovechar la dualidad de dos mundos; de ampliar la visión al replegar el techo, y de disfrutar de la misma aceleración, potencia y dinámica de conducción que su igual, el MC20 Coupe, al cerrarlo.
EL ESPÍRITU debajo
DE LA SUPERFICIE
Los matices oceánicos inspirados por el mar y la energía inquieta bajo de las olas se atrapan en un nuevo color fascinante, disponible exclusivamente para el Maserati MC20 Cielo: Acquamarina. Al reflejar el cielo y el resplandor y la agitación del mar, está siempre inquieto, siempre avanzando.
Este es tu refugio, un espacio contenido y habitable diseñado tanto para la emoción como para la funcionalidad.
EL CIELO no es
EL LÍMITE
Las líneas claras y fluidas dominan el diseño general del MC20 Cielo y, con el techo abierto o cerrado, nada se ha restado a la estética, al contrario, se ha reforzado. Mediante el uso de la dinámica de fluidos computacional y la tecnología de túnel de viento, se ha esculpido la presencia singular y el alma deportiva del MC20 Cielo. El exclusivo cristal PLDC que deja ver los cielos, incluso al estar cerrado, permite cambiar del modo mate al modo transparente en un instante con la tecla Cielo.
EMPEÑADO en una
EXPERIENCIA CELESTIAL
El cambio de coupé a cabrio define la transformación entre las almas gemelas del MC20 Cielo. Desde la vista infinita del cielo hasta el rugido tremendo del motor Nettuno debajo, el MC20 destaca en cada configuración.
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